martes, 27 de mayo de 2008

Más fácil

"A quien le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga"

Maravilloso estribillo que cantaba Alaska y que muchas veces hemos coreado como si nos fuera la vida en ello. Y es que todos nos hemos sentido cuestionados, criticados e incluso no aceptados, en alguna ocasión. Entonces surge la fuerza "resorte" y saltamos defendiendo nuestras palabras, actos... nuestra forma de ser.
Pero no nos engañemos,pues en el fondo quisiéramos gustar a todos, lo cuál; obviamente; es imposible.

La especie humana cuenta entre sus características con las capacidades de aceptar o repudiar. Ambas intrínsecas a nuestra naturaleza. Antagónicas.

Muchas veces los procesos de aceptación o rechazo se producen por afinidades o por factores sociales (valores que nos enseñaron, con la finalidad de pertenecer y perpetuar un estilo de sociedad).
Poco puedo matizar sobre estos casos, pues realmente resulta difícil, casi imposible, luchar contra lo que nos rodea o contra nosotros mismos.

La afinidad es una fuerza de atracción. Cuando se da nos sentimos complacidos y nos deleitamos con la relación.
El rechazo, siempre y cuando se produzca de forma natural y como principio de una no-relación, también lo asumimos. Somos adultos, sabemos sobre gustos y colores. No es deleitable pero tampoco nos preocupa (surge así nuestras fuerza-resorte y seguimos el camino).
El problema está ;como siempre; en el espacio que hay entre los dos extremos, en las situaciones mutables. Más concretamente en las mutaciones-negativas.
Si cambiamos de una afinidad real (no un mero gusto), a un rechazo (no un simple cabreo) es porque algo ha pasado. Y ese algo es "ALGO" importante e insuperable.
Rechazamos lo que no entra dentro de nuestros márgenes de entendimiento, de nuestros valores, nuestra forma de ver la vida. Y si eso ocurre con alguien a quien una vez consideramos cercano, nos sentimos defraudados.

Lo bueno de los humanos es que somos complejos. Seres repletos de sentimientos, vicios y virtudes. De entre las últimas la mejor :el olvido. Por lo tanto no debemos sufrir, ni tan siquiera preocuparnos, pues cuando las situación nos es adversa y algo o alguien nos molesta lo "borramos del mapa" y asunto solucionado.

Y es que es más fácil olvidar que aceptar lo que no comprendemos. Sería de locos pensar que dos personas puedan tener razón al creer que algo es blanco o negro al mismo tiempo.
Quién osaría afirmar que 2+2 son cinco?


domingo, 18 de mayo de 2008

SE REGALA ...razón aquí.


A veces se produce un agujero espacio-temporal, una discordancia del universo y surgen los "momentos no-vividos".
Algunas personas tienen el don de hacerlos aparecer, no todos somos capaces. Requieren de una gran habilidad para tomar la consistencia que los diferencie de las fantasías o los sueños.
Los encantadores cuentan con esas virtudes. Son capaces de recrear un lugar, de dotarlo de detalles, de personajes y acontecimientos que han de ocurrir. Son como escritores de la voz, embaucadores.

Los momentos-no-vividos son muy orgullosos. No te tienen apego, como los recuerdos o los fantasmas, pues en verdad tampoco os conocéis. Sin embargo una vez que te lo regalaron no hay manera de deshacerse de él.

Tengo unos cuantos que viven conmigo. Normalmente no molestan, son los inquilinos perfectos: transparentes, casi invisibles, apenas distorsionan la realidad, como si mirases a través de una gafas de agua.
El problema es que existen y no-existen al mismo tiempo, por lo que crean situaciones muy molestas.

Hace unos días estaba cenando con unos amigos. Hablábamos de las vacaciones de verano. Una pareja comentó que querían ir a Australia y que si alguno habíamos estado allí.
Pienso "Australia..." y rápidamente oigo "Presente". No hay duda: yo he estado allí. Alguno de mis recuerdos, que siempre me acompañan, ha contestado.
Les pongo en fila, bien ordenados y empiezo a repasar, pero nada , no aparece. " A ver, el que ha dicho presente, que de un paso , vamos..." y desde el fondo, medio transparente aparece un "no-vivido" y claro la tenemos. Porque da igual lo mucho que les expliques que en verdad no existen, que tienen que acostumbrarse a estar callados. Da igual por las buenas o por las malas. Todo da igual con ellos: son unos chantajistas emocionales.
Y empieza el lloriqueo: que si qué te hecho yo para que me ignores así, que si qué culpa tengo de ser de esta manera, que mira que voy y no vuelvo... Pero no se van. Entre otras cosas porque ninguno de los dos sabemos dónde van los momentos no vividos?.

Para entonces toda la mesa está esperando que digas algo, porque por lo visto, inconscientemente dijiste que habías estado allí (vamos que se te escapó).
Y ahora no sabes donde meterte. Estás cansada de dar explicaciones, de contar que casi estuviste, pero al final no. Que conoces Sidney, que una vez viviste allí. Que recuerdas los museos, los paseos y hasta una excursión en que casi atropellasteis un canguro.
Te disculpas y vas al servicio, a hacer unas llamadas, a fumar un cigarro... haces tiempo antes de volver a la mesa, cruzando los dedos para que hayan cambiado de tema.

Los recuerdos pertenecen a sus protagonistas, les acompañan y son intransferibles, aunque se puedan compartir. Pero éstos, los momentos-no-vividos... si alguien quiere se los regalos, tengo varios (también se dan por unidades).
Interesados ponerse en contacto con Tequila. Portes pagados. Abstenerse encantadores.

miércoles, 14 de mayo de 2008

ayer, hoy, ???

Tres gotitas más y lo consigo... apenas recuerdo su cara.

Ya no me pregunto por qué no estaba en casa, el destino hizo que fuera así. No merece la pena torturarse más.
Si hubiera estado quizá me encontrase en la cocina y tampoco hubiera escuchado el timbre.Pero puede ser que me pillase en el pasillo o poniendo la mesa del comedor, entonces sí lo hubiera oído y habría abierto la puerta rápidamente y él habría entrado en el portal y subido las escaleras de dos en dos como solía hacer.

Somos libres de nuestros actos, es lo bueno de la vida: nos permite elegir.
Qué pasaría por su cabeza cuando tomó la decisión. Qué ideología te lleva a luchar hasta ese extremo... Debería sentirse muy oprimida, casi exclavizada para tomar la decisión. Antes creía que no se había dado cuenta, que no le había visto y por eso lo hizo. Pero sus palabras no dejan duda alguna. Palabras de guerra.

Qué rara es la vida, nos hace sentirnos especiales, únicos, eternos... nosotros, los nuestros, nos...

Y vi las llaves, sí. Estaban encima del cuaderno rojo de geografía (también se había dejado el cuaderno). Si hubiera ido a su clase... pero entonces no te imaginas, no puedes intuir algo así.
Él se habría enfadado. Su madre llevándole las llaves delante de sus amigos, tratándole de nuevo como a un peque. Cuánto habría durado su enfado? tres días?...
Cada mañana antes de salir de casa cogería las llaves y las haría sonar por el pasillo sin decir palabra, dejando que la musiquilla recordara el incidente, mientras sonreía y cerraba la puerta de casa.

Tres gotitas más, que borren sus ojos, su olor y el cosquilleo que aun me producen sus abrazos.

En unos días marchábamos de vacaciones. No le hacía mucha gracia porque...


El 30 de mayo de 1985 Alfredo Aguirre Balascoain "Godo" (14 años) esperaba junto al portal de su casa cuando una terrorista (17 asesinatos, hoy ya en libertad) accionó el dispositivo de una bomba. El objetivo era una patrulla de la policía y aunque posteriormente reconoció haber visto a Alfredo, lo consideró un daño colateral de la guerra que luchaba.
Hoy 14 de mayo de 2008, han matado a Juan Manuel Piñuel.
Y el calendario se nos va agotando. Cada año marcamos nuevos días, nuevas muertes.
Y seguimos recordando, llorando por los caídos en una guerra que no es tal.
Cuántos familiares, amigos y conocidos que seguirán repasando los hechos, torturándose tratando de comprender unos asesinatos que no tienen sentido.

viernes, 9 de mayo de 2008

pulsión






"Lejos es un lugar al que vamos para crecer,



para creer, para llenarnos de experiencia,



de vida,o para saber que debemos volver.



Cuando en nuestros camino vamos lejos



no hay nada que perder.Pues yendo allá, lejos,



ese lejos de cada uno,



es donde nos encontramos a nosotros mismos"



Marisol Rozo









Ara Malikian
Merece la pena escuchar hasta la última nota.















viernes, 2 de mayo de 2008

Los renacidos

Hay dos clases de personas: las que nacieron y las que lo hicieron dos veces.
Si te cruzaste con uno sabes de lo que hablo.

Sus historias son de lo mas variopintas pero tienen un factor común: el re_nacimiento viene precedido de un momento apocalíptico que les aniquila por completo. En algunos casos son accidentes, enfermedades destructivas, colapsos sentimentales... pero su caso era distinto: no era un elegido.

Creo que el destino se equivocó, debió confundirle con otro. Quizá fue que tomó la calle equivocada o que se retrasó esa mañana hablando con el quiosquero.
Corría por la Avenida Picasso. No dejaba de reprocharse lo estúpido que había sido. Si no llegaba perdería todo.
De repente su carpeta voló y todos los documentos se esparcieron por la calle. No se fijó que había otro hombre en el suelo, que en su carrera lo había tirado, no se fijó en nada hasta que notó su aliento. Se giró lentamente y encontró los ojos. Ojos ámbar, resina, que no debió mirar.

En ese instante empezó su nueva vida.
Una para la que no estaba preparado,que era la de otro pero que de golpe, o por golpear, encontró.
Se vio en una calle, sin comprender, rodeado de gente, coches, ruidos, que no identificaba. Re-parido... sin alguien que le ayudara a entender quién era y lo que ocurría.

Encontraron su cadáver en un contenedor. El instinto le había hecho cobijarse del frío o buscar comida, no sé...

Nadie denunció su desaparición, pues nadie le conocía.
Se barajó la posibilidad de que fuera un famoso empresario que desapareció una semana antes, pero la familia no reconoció el desecho humano de la sala de autopsias.

Los renacidos son seres afortunados.Tienen una segunda oportunidad porque la desean o por necesitarla aun sin saberlo.
Cuando empiezan su nueva vida, olvidan la pasada, la borran casi por completo. Pero siempre queda algo: una persona, un lugar... referencias que dan coherencia al nuevo contexto. Así está organizado y así había sido hasta entonces.