domingo, 28 de diciembre de 2008

Imaginación

Desde pequeña he gustado de fantasear, dejarme envolver por una imaginación que nunca he sentido como propia, si no como una amiga/enemiga que me invitaba a vivir más allá de lo que este plano me daba.
He conocido así personajes con quien nunca me crucé. Hablado con seres que sólo eran imágenes y cambiado situaciones, mil y una veces, como jamás la realidad me hubiera permitido.
Podía realizar excursiones a mi antojo en cualquier momento o lugar: en clase, el coche, tomando café, e incluso en momentos en que hubiera que avivar ascuas… Eran incursiones controladas, micro-momentos; pues temía aquijotarme y perder comba de la realidad; bombones placenteros que al diluirse dejaban buen sabor de alma.
Sin embargo esos “mundos” nunca tenían la consistencia de éste que vivía. Alegría, dolor, aventuras… sólo brisas que salían mal paradas en cualquier comparación.

Hace algún tiempo dejé de ensoñar. Los regresos se hicieron insoportables. Las circunstancias que envolvían mi vida: tan real, tan asquerosamente adulta, requerían una permanencia constante, acorde con la situación.

La esencia nunca desaparece, es una de sus cualidades. Supongo que fue así cómo encontré subventanas, que me permitían asomarme sin lanzar todo el cuerpo. Inventar historias de y para otros. Nunca sobre mí, nunca de “lechera”. Pudiendo así disfrutar lo que duraba hornear la idea, y mantener la cabeza fría, al terminar el proceso.

A este lado de la pantalla es difícil volar.
Una política desvirtuada, una sociedad moderna que mantiene derechos de pernada, la educación paradójicamente vacía, la familia (muchas veces a lo Coppola), el trabajo, la ecología, la crisis económica, los amigos, las ausencias… tantas cosas por las que preocuparse, por las que luchar… Sin embargo también aquí los cambios son de quienes los imaginan y tienen valor para hacerlos realidad. Otro tipo de soñadores, pero fantasiosos igualmente.

Creo que existe un equilibrio entre ambas realidades. Que podemos permitirnos ciertas licencias sin eludir nuestras responsabilidades. Sueños, ilusiones, deseos… cómo cuando soplas las velas en tu cumpleaños.

Terminando este 2008 se abre una puerta a la imaginación.
Cuenta una leyenda “urbana”, que justo, en esos segundos en que las campanas anuncian el paso de un año a otro, se nos conceden tres deseos. Dicen que debes escribirlos en un pequeño papel y guardar éste en tu zapato izquierdo, pisándolo durante esos 12 segundos. Luego se debe quemar (durante la primera hora del nuevo año), haciéndolo así llegar al lugar donde los sueños se fraguan… Lo sé, lo sé, digno de un cuento de los Hermanos Grimm. (A mí tampoco me convence, aborrezco los cuentos de hadas).

Pero… pasar de todo y soñar… darnos un respiro, unos minutos… volver a ser niños y sacar la punta de la lengua, concentrados, inconscientes, al escribir, ó sonreír pensando en…
No sé… y si fuera cierto, y si todo fuera tan fácil como imaginar?


domingo, 30 de noviembre de 2008

El amante egoista




Se definía como un amante egoísta. Lo hacia sin palabras, con un pensamiento tatuado.
Consideraba ésta la única forma de amar y seguir siendo él mismo: libre, como deben ser los amantes.

Cuando te bese, lo haré con deseo, por satisfacer mi curiosidad.
Querré saber si tus labios son mullidos, fríos o tibios, si permanecen cerrados o se relajan y acomodan a los míos.
Decidiré entonces si quiero tomar tu boca y mandaré en avanzadilla la punta de mi lengua. Y, como es la primera vez, dará igual si decides recibirme o atacar, o en qué pista bailemos. No importará si te llevo o si te dejas, ni si el beso se diluye o interrumpe, pues me gustará por novedoso.

Disfrutaré al desnudarte lentamente, o tan rápido que ni queriendo pueda recordar, buscando llenar recuerdos con tu imagen.
Mas si decides ser tú quien me descubra, disfrutaré también, observando tus maneras, tus reacciones… dejándome hacer.

No pensaré en ti cuando recorra tu cuerpo, investigue, pase de largo o pare en algún recoveco de tu piel… No lo haré al coronar o bajar, humedeciendo, bebiendo… al escuchar o exhalar suspiros, cuando acelere o detenga tus movimientos, acompasando los míos, buscando tu placer … no, ni siquiera entonces pensaré en ti.

Creía que solo un alma gemela podía darle lo que ansiaba.
Un ser que pensara en si mismo, independiente, del que no tener que preocuparse.
Alguien tan egoísta que permaneciera por placer y se marchara al terminar éste.
Que supiera, que apreciara, que fuese…
Un no joven.
Alguien que hubiese mutado.






martes, 11 de noviembre de 2008

Desvelos

Una vez conocí una mujer que recordaba su nacimiento. Pero sólo eso. Nada anterior al momento de sacar la cabeza al frío quirófano y del dolor y ahogamiento hasta que respiró.
Mi caso es distinto. Recuerdo “todo” desde el momento de mi concepción. Cada división celular, la formación de los miembros, órganos, su crecimiento y finalmente el parto. Se podría decir que tengo consciencia de mi ser desde 39 semanas antes de nacer.

De pequeño creía que esta circunstancia era común a todas las personas. No tardé en comprender mi error.
Dicen que los niños son crueles, pero mis compañeros de patio reían y maravillaban con lo que les contaba. Los profesores, por el contrario, tendían a castigarme tras leer algunas de las narraciones de mi previda, que siempre acompañaba de ilustraciones (entonces las llamábamos dibujos) con el fin de ayudarles a comprender mejor.
Mi madre jamás me criticó. No alentaba lo que todos denominaban “pura fantasía”, pero me escuchaba y al terminar guiñaba un ojo o sonreía.

Ya antes de pisar el instituto y tras pasar por dos médicos especialistas, “cariño tú solo contesta a sus preguntas”, comprendí que mi caso era inusual o quizá que nadie más tenía el valor de contarlo. Y aunque siempre supe que no era sueño o locura; cuando quería recordaba aquellas semanas con igual nitidez que la comida del día anterior; tomé la determinación de no volverlo a mencionar.

Los estudios se me daban bien, sobre todo los relacionados con biología, física y química. Por ello decidí estudiar medicina.
Me casé. Tuve dos hijos que a su vez me dieron 3 nietos. Trabajé como neurocirujano hasta los 60, edad en la que pude jubilarme.

Sólo en una ocasión volví a hablar del tema.
Cuando mi madre enfermó, una de las largas noches que pasamos juntos en el hospital, me preguntó qué había antes … Me conmovió que recordara aquellos monólogos de mi infancia, así como que sospechara que ocultaba una gran verdad nunca desvelada. Pero no pude responder pues, como todos, mis conocimientos sobre el otro mundo son meras sensaciones, deseos o creencias.

Desde que aprendí la lección del silencio mi vida ha sido normal: tan satisfactoria y frustrante como cualquiera.
Pasaba largas temporadas sin recordar y cuando lo hacía, estos recuerdos no alteraban ni influían en mi modo de vida.
Sin embargo, ahora que conozco la fecha de mi muerte (no más allá de 6 meses) me veo obligado a enfrentarme a aquel hecho, que si bien no marcó mi vida, si habrá de guiar su final.
No tengo miedo a morir. Que exista un más allá (angelado o de reencarnaciones) no me preocupa: lo que tenga que ser será.
Mis desvelos son concretos y terrenales.
Lo que me angustia es pensar cuánto tiempo, tras la certificación de mi muerte, seguiré siendo consciente de cualquiera de las células que me componen. Pues si mi final es tan excepcional como lo fue el principio, así ocurrirá.

Debo pues decidir si quiero ser incinerado: sufriendo el intenso dolor de quemarme a 3000 grados durante tres eternas horas, o enterrado: semanas de descomposición bajo la tierra, sintiendo cómo la epidermis se desprende, cómo músculos y órganos del cuerpo se pudren lentamente, hasta que la desaparición de las partes blandas de mi esqueleto traigan consigo el ansiado descanso.

No hay razón o indicio que haga suponer que tan asombroso hecho de consciencia vuelva a suceder…pero entenderán que no quiera dejarlo al azar.

jueves, 16 de octubre de 2008

El día-encuentro

Recuerdo al Tío Bolo siempre solo. En vacaciones de navidad, de verano, los fines de semana… solo. Entonces me daba pena: porque no entendía su apodo y por vivir en una casa grande sin compañía.

De pequeña me daba miedo. Alto, moreno y con barba.
De entrada nunca me besaba, lo cual agradecía. Y siempre me observaba, con una mirada larga y profunda, pero sin ojos… tuve que esperar a cumplir los 15 para verlos por primera vez: eran miel, eran grandes e inteligentes.
Decir que antes del “día-encuentro” nunca habíamos hablado, que no me abrazó, ni me besó, sería absurdo y falso. Debió hacerlo, como con mis hermanos y primos, pero no lo recuerdo.

Tenía entonces treinta y nueve años, era joven pero a mi me parecía un señor.
El pequeño de tres hermanos. Mi padre es el mayor aunque yo creía que era él. Supongo que el cariño nos hace atribuir valores que ensalzamos, a quienes queremos.
Aquel fin de semana de invierno (no recuerdo el mes) descubrí a Francisco, con una vida ajena a su papel de Tío Bolo.
Fue el domingo. Por fin volvíamos a casa y al despedirnos me dijo que esperase. No sé dónde se fueron mis padres, ni tampoco por qué en aquella escapada no estaban mis hermanos. No recuerdo más que la angustia, la de quedarme con un desconocido, en un silencio incómodo y la sospecha de peligro…
Cogió una bolsa de una silla y me la entregó. Entonces vi sus ojos, muy parecidos a los míos, y esa vez sí recuerdo que sonreía “Espero que te guste, llama y me cuentas”

Era un libro. Mi primer grande. Trataba de clases sociales, de la postguerra , de amor, amistad y sexo. Estaba usado, subrayado, con notas, era suyo…Me marcó, me abrió un poquito los ojos, la primera rendija, pero nunca le llamé, ni le conté.
Entre sus hojas encontré una carta. Así supe lo de su mujer e hijo. La leí unas cien veces. La primera con curiosidad, luego con angustia, ahora… ahora no la leo, sé cada palabra.
La carta cuenta una fracción de su vida. Un momento congelado en palabras. Una historia, como la de muchos pero suya.
La guardé esperando que nunca viniera a buscarla, pero temiendo tirarla por si finalmente lo hacía. Mi tío murió 3 años después. No la reclamó y nunca hablamos de ello.

Solemos maldecir el tiempo: lo rápido que pasa, lo lento que se vive. Pero es el tiempo quien marcará si un hecho es importante en nuestras vidas. Es su paso el que nos ayuda a comprender y valorar.

Al tiempo, como a la vida, sólo les reprocho sus desplantes. El ponerme en un vagón retrasado que me permite ver pero nunca alcanzar… que me deja con el mal sabor de boca de entender lo que pasa, de encontrar otro tú-mismo, cuando ya no puede ser.

sábado, 11 de octubre de 2008

de necesidades y de ausencias

Hace algún tiempo dijeron necesitarme. A mí, en totalidad: no mi ayuda, ni mi cariño, mis ideas, mis risas, ó mi cuerpo. Fue un rotundo “te necesito”.
Me impresionó. Quizá porque nadie antes me lo dijo, quizá tan sólo por ignorancia.

Necesitar. Un verbo que connota egoísmo, dependencia y al mismo tiempo, por pronunciarlo, valentía y quizá madurez.
Pero la necesidad, como casi todo, tiene grados e implica mucho, poco, nada según cada cuál la interiorice.
Hay necesidades cómodas que son como pedir favores pero con un poco más me presión. Las necesidades enfermizas: esas en que te pierdes y quedas enganchado, “colgado como un cuadro” que dirían Los Secretos. Y luego están las Básicas: aquellas que se precisan para poder vivir.
A mi me gustaría tener de estas últimas y aplicarlas a las personas. Necesitar a alguien como necesito beber agua, pero así, sin más. Dejando que el agua exista sin quedar absorta ante un grifo continuamente abierto. Sabiendo que está. Necesitando que esté. Pero sin ganas de fusionarme o de convertirme en ella.
Me gustaría, pero soy de espíritu flaco.

Cómo saber que necesitas?, estar seguro que sobrepasa el mero gusto, el hábito o la mezcla de ambos? Lo sabremos tras una abstinencia reparadora?. Pero quién en su sano juicio, con la experiencia de haber vivido, se someterá a ésta voluntariamente?
La distancia, que hace reflexionar, nos ha de ser impuesta.

Cuando una persona deja de formar parte de nuestra vida se transforma: en olvido, en pérdida o en ausencia. La primera es inocua, la segunda dolorosa pero asumible. Son la ausencias las que ,como nosotros, se llevan en presente, día a día, tomando un cuerpo que las transforma en Ausencia, con mayúscula, con nombre propio, como la persona que , ya sin duda alguna, sabremos necesitar.

Hace algún tiempo me dijeron y no entendí. Hoy sé que hay cosas que es mejor intuir, aunque nos conviertan en ignorantes.

domingo, 24 de agosto de 2008

Las Reglas del Perdón


Perdón, curiosa palabra.
Todos la hemos usado alguna vez: como muletilla al pisar a alguien o con sentimiento esperando la redención.
El perdón, el que pedimos y damos o no…

Desde pequeños nos enseñan que hay cosas que no debemos hacer.
Nos dicen “pide perdón” y lo haces, sin más, besito y todo arreglado: olvidas.
Te pasas la infancia pidiendo perdón cada vez que algún ojo acusador sobrevuela tu coronilla. Olvidando para volver a vivir en tu cómodo mundo egocéntrico.

Y con estas te plantas en la adolescencia y aquí, dependiendo de cómo haya sido tu vida, la historia cambia.
Empezamos a ser conscientes de las consecuencias. Intuyes que la cosa no es tan fácil, que “el amuleto” no siempre produce el efecto deseado y por primera vez asocias perdón con arrepentimiento.

Vas creciendo, la vida se complica, la complicamos (no entro en esto ahora) y las picias, se transforman en auténticas cabronadas: malas jugadas que tienen consecuencias.

Es curioso, parece cómo si aquellos hechos que no son punibles, no tuvieran consecuencias.
Está claro que los llamados delitos se mueven en otro ámbito. Están reglados: daño/castigo. A todos nos parece normal: ladrones, violadores, asesinos, estafadores… que paguen.
Sin embargo queda un ámbito sin cubrir, personal, que se rige por Las Reglas del Perdón.
Cuáles son las cosas por las que debemos pedir perdón?, debemos perdonar? Qué consecuencias tiene hacerlo para los implicados?

Pedir perdón no está mal. Se muestra arrepentimiento, lo cual , aunque no soluciona, anima … el problema es que muchas veces buscamos algo más.
Quizá, por los aprendizajes de nuestra infancia, esperamos que se olvide el incidente. Pero para eso todavía no hay pócima conocida. Una simple palabra, o un largo discurso, emotivo y sentido, no podrá borrar lo ocurrido.

Dime: las lágrima derramadas, las noches sin dormir, el sufrimiento, la pérdida de confianza , de inocencia, la dureza, el hastío, la desilusión… las consecuencias que tu estado de ánimo tienen para tus seres queridos, las personas , los momentos, los sentimientos que ya nunca tendrás…. Todo esto lo borran las palabras… puede el arrepentimiento devolver lo que te quitaron, borrar el daño que te hicieron? hacer que seas quien fuiste?
Eres la consecuencia de todo lo que te ocurrió, resultado de tu pasado. Ciertamente has de ser positivo y superar (por tu bien has de intentarlo), pero…

Perdono por egoísmo. Por dormir y vivir tranquila, por olvidar… y eso es lo que busco olvidar a quien eso hizo, se arrepienta o no.
Por ello, porque la confianza no se recupera, porque las personas estamos hechas de conceptos abstractos pero que están ahí… por todo eso, si el que pide perdón busca palabras las tendrá : “te perdono”.
Pero si lo que busca es seguir a mi lado, como si nada hubiera pasado, que consiga eso: volver al pasado, y hacer que nada ocurra.

Podría terminar así este texto. Con la garganta dolorida por el grito, pero en el fondo igual.
Trato de abordar un tema extenso y espinoso, lo sé.
Muchos hemos pasado por ello. Interrogantes y remordimientos nos acompañan en el día a día: “y tú no pediste perdón?”, “nunca te equivocaste aun queriendo a esa persona?.”

Finalmente todo es cuestión de prioridades, de lo que estemos dispuestos a perder por el camino.
Quizá debamos parar y preguntarnos si merece la pena otra oportunidad. Si la persona que tenemos enfrente, es eslabón en nuestras vidas. Y cruzar los dedos muy fuerte deseando que el otro (pecador o redentor) quiera también luchar por volver a cimentar la confianza: la que se construye compartiendo momentos y se destruye … (cada cual termine como quiera).


jueves, 24 de julio de 2008

las 6 seis 6

Esta mañana al volver a casa, preparando la comida, escuché un golpe seco que retumbó por el pasillo. Como en las películas de terror me dirigí a ver de dónde venía ( cuchara de palo en mano ) y con voz de pito espantá pregunté : “¿quién hay ahí?, eres tú?... no tiene gracia.”
Tras mirar en varias habitaciones y maldecir por tener una casa demasiado grande (puertas que abrir, puertas abiertas…), llegué a la conclusión de que estaba sola, por lo menos en esta dimensión y regresé a la cocina poniendo música a tope (que espanta todos los males).

Pero la semilla estaba plantada y a una velocidad espantosa he empezado a recordar películas : momentos gloriosos del celuloide que hacen que un simple ruido me lleve a temer lo peor.

En el fondo soy masoca. No sé por qué lo he hecho, por qué me deleito recordando, volviendo a ver , confeccionando una lista, repasando , desechando… lo pagaré.

En fin, ésta es mi lista de las 6 de terror para no ver sólo, todas ellas dominadas por una banda sonora que seguirá resonando en mi cabeza cuando menos me lo espere.

Por orden cronológico:

1- PSICOSIS- ( 1960 Alfred Hitchcock)

Clásico de escenas y planos. Perversión psicológica de traumas infantiles.
Desde entonces si la ducha es de cortinas no puedo evitar recordar.
Lo del miedo a las suegras no estoy segura si viene de aquí...




2- LA SEMILLA DEL DIABLO- (1968 Roman Polaski)

Por lo dulce de la historia con una Mia Farrow joven y guapa a rabiar.
Desde entonces no me fío de los vecinos , ni de los médicos...




3- EL EXORCISTA- (1973 William Friedkin)




La desesperación de una madre por la enfermedad de su hija, la Iglesia como solución ... da miedo, verdad?

4- LA PROFECÍA - ( 1976 Richard Donner)

Gran reparto. Popularizó el 666. Desde que la vi adoro los rottweiler y tengo pánico a los niños de piel blanquecina y ojos azules que me miran con sonrisa de pillos.
Cuántas fotos quemadas por creer ver un reflejo, una sombra con forma de lanza o de soga … nunca quise aprender a rebelar.




5- AL FINAL DE LA ESCALERA- ( 1979 Peter Medak)

Para mi la mejor.
Juega con la música, con el secretismo, con el miedo por ocultar el pasado. Fue pionera en las sesiones de espiritismo y las cacofonías.
El guión es perfecto : retorcido, imprevisible, romántico y melancólico.
Consiguió que me aterren las cajas de música, que no pueda subir sola a un desván ( y si puedo evitarlo ni acompañada).
Es la película familiar. Todas las navidades me reuno con mis hermanos y las vemos. Sabemos los diálogos, guardamos silencio en esos momentos...
Todavía pone la carne de gallina y se retuercen mantas.



6- EL RESPLANDOR- ( 1980 Stanley Kubrick)

Papelón de Jack Nicolson. El doblaje de Shelly Duval lo realizó Verónica Forqué.
Qué escena elegir?: inolvidable “redrum”, las gemelas en el pasillo, la conversación con el barman y las fotos antiguas, "los tres cerditos", persecución por el laberinto…
Sin ser el argumento principal se muestran escenas de maltrato de género, del terror de la víctima desprotegida.
Gracias a esta peli tengo miedo a todo.




Un simple ruido. Un golpe cuando no lo esperas, cuando lo crees imposible y el miedo sopla en tu nuca, creando una gota de sudor helado que recorre lentamente la espalda.


miércoles, 9 de julio de 2008

Sombrero de copa (II) : pacto entre caballeros.

La ambición junto con el miedo son los grandes motores de nuestra sociedad. Y cuando se juntan, entremezclando características, la máquina destructora no tiene fin. Sálvese el que pueda!.

Su caso fue muy sonado. Durante semanas ocupó primeras planas.
Tres eran los protagonistas: dos jóvenes licenciados y un abogado recién llegado a fiscal.
Los jóvenes se habían metido en un lío. Nada que mereciera tal despliegue de medios. Sin embargo el fiscal decidió que su caso era especial. Vio la oportunidad de alcanzar notoriedad con esos dos pardillos.
En su defensa diré que el destino le ayudó. Ciertamente las pruebas eran ambiguas y al principio creyó defender lo correcto. Luego el enredo había crecido, los medios acosaban y para un alma aterrada por el fracaso, fue mas fácil callar y mirar para otro lado.
Lo que en un principio era un caso de agresión, con desastrosas consecuencias, fue complicandose. Cada vez había nuevas pruebas, agravantes que terminaron con acusación de homicidio.
La habilidad de la fiscalía fue reconocida por los periodistas: pruebas que aparecían a su antojo, juegos verbales y efectos visuales... como salidos de un sombrero de copa.

Los chicos estaban perdidos. Bien lo sabían ellos y sus abogados.
El fiscal quería atar cabos. Una confesión ante el pueblo. Un reconocimiento a sus teorías... intrigó, presionó .

Martin planteó su idea: quiere magia, magia haremos.
Sus vidas estaban unidas ... que fueran una en verdad.
Uno cargaría con el desastre. Cumpliría la pena completa. El otro disfrutaría la libertad, sin sombras, sin penas. Viviría tantos años como durase la condena. Luego debería morir y el excarcelado asumiría su personalidad. De esta manera los dos saldrían ganando. Ciertamente una vida parcelada, pero vida al fin y al cabo.
Martin perdió la jugada. Se confesó culpable y fue condenado a 20 años de cárcel, 15 con las reducciones de condena.

Volvieron a verse unos días mas tarde. Fue la única vez, pero era necesario para ultimar detalles. El acuerdo fue el siguiente:
mantendría su nombre, luego Martin lo asumiría. No podría formar familia ni tener amigos (conocidos aquí y allá, alguna relación por Internet... nadie que pudiera identificarle), un trabajo sin compañeros (escritor valdría), y el juramento de no huir cuando llegara el momento: pacto entre caballeros, pacto de miradas.

El resto era historia. Había triunfado con las tres novelas que Martin le cedió. Luego trató de imitar su estilo y publicó dos más: la última, la de "gracia", convenció a editores y lectores sobre lo efímero de la genialidad.
Una vez se enamoró. Pero la imposibilidad de compromiso hizo que le abandonara.
Su vida había sido mediocre y angustiosa. Vida con fecha de caducidad. Hasta que leyó la noticia. Una reseña en la sección de sucesos informaba de la muerte de M. en la cárcel. Y empezó a vivir, de verdad, saboreando cada momento, cada persona, TODO.


Tras recordar se siente bien, sabe lo que ha de hacer. Se dirige a la casa.
Muchos no entenderían por qué no volaba de allí. Por qué un Martin ejecutor, no continuaba su camino.
Sin embargo aquello tenía sentido para ellos. De hecho, el poder llevarlo a termino, daba sentido a sus vidas. El acto final, el último truco que jamás nadie podría imaginar, ni descubrir.

Se sabe valiente, seguro de su decisión, pero no tiene prisa, quiere aprovechar el momento. El último.
Paseando por un parque compra agua en el kiosquillo de verano y sentado en un banco se dispone a repasar.
Curiosos los recuerdos del reo.
Recuerdos de infancia, del bosque que bordeaba su pueblo, de la pandilla, de fuentes que no dan agua y amoratonan manos en el intento, de su abuelo, de su hermana, de verdes y dorados, de nieve, seca y cálida, puede ser cálida?, así la siente él... y llora por no poder comprobar, sentir todo eso de nuevo. Llora como lloran los hombres: calmado y sin hipos, con la tristeza que asumir la verdad a veces conlleva.

Se dirige a la casa, valiente, seguro de su decisión. Se dirige a la casa, valiente, seguro de su decisión,(el portal está más cerca), valiente, valiente...
Sube escaleras, seguro de decisión, seguro (otro piso más).

Llega a la puerta, gira la llave. Una copia bloquea el acceso.
Miedo, nudo en el estómago.
Duda. De sí, de todo lo que había pensado, de la vida y de los valores, del si merece la pena... de si Martin también dudaba... de si al poner la llave le daba la oportunidad de marchar, de si escribir una nueva historia, aunque fuera mal escrita.

Está paralizado. Sintiendose observado, deseando que la puerta se abra, o que sus piernas no dejen de correr llevandole lejos de allí. Honor o futuro.

Parálisis, dudas, inquietud, desazón.
Será cobarde o valiente?

La puerta se abre.
Ha llamado. Hizo bien o mal, pero lo hizo.

Valiente.





FIN

sábado, 5 de julio de 2008

Sombrero de copa (I)




Nuevamente allí está ese hombre. Desde la ventana del salón no puede ver sus rasgos, pero el porte no deja duda de género.
Han pasado varios meses desde la primera vez que lo observó. Entonces apenas llamó su atención. Se encontraba como tantas veces observando por la ventana. Tras la carretera se extendía una colina que no tardaría mucho en ser edificada. Apenas unos olmos desperdigados aquí y allá.
Algunas veces observaba gente pasear, con sus perros o sólos. Por eso no se fijó demasiado en él.
Luego la cotidianidad despertaría su curiosidad. Le encontraba a diferentes horas. Parecía como si siempre estuviera allí. Pensó que sería un jubilado que pasaba tiempo caminando por los pocos verdes que aún quedaban. Dadas las fechas y que el desconocido no levantaba la cabeza del suelo, le apodó "el setero".
Un día raramente angustiado por no encontarle , habló de él a un amigo. Pero éste no comprendió y se pasó varias semanas llamándole para preguntar qué tal su "enamorado", si la cabra volvió al monte y otras tonterías por el estilo.
Por suerte volvió a verle y calmó el corretear de aire que produce las ausencias imprevistas.
Dejó de mirarle el día que se sintió observado. Era absurdo. El hombre sentado bajo el olmo miraba fijamente a su ventana?. Un escalofrío recorrió su espalda y bajó la persiana.

Esta tarde, tumbado en el sofá quedó dormido. Algo le despierta.
Medio inconsciente y sobresaltado, bebe agua para despejarse. Entonces lo ve: en el techo de la habitación una lucecilla se refleja rítmicamente. Proviene de la calle. Aún tumbado, sigue los destellos regulares, intencionados sin duda.
Despejado se asoma. En la colina está el setero. Tiene algo entre las manos (seguramente un espejo). Sabe que le ha visto y coloca el objeto sobre una piedra , provocando un brillo constante, como un faro.

Son las 5 y el sol castiga a esas horas. Se viste y baja dispuesto a hablar con él?. En verdad no lo tiene claro.
Atravesando la carretera le puede la curiosidad. Se pregunta cómo nunca paseó por la colina. Quiere, morbosamente, comprobar qué ven los ojos del extraño. Por eso cuando llega bajo el olmo y se refugia en su sombra, gira buscando su ventana. Tiene que contar los pisos, todos demasiado iguales, y la encuentra. No se distingue nada. Ningún observador desde su posición podría saber si alguien le observaba.

Una luz cegadora quema sus ojos. Los cubre con las manos para protegerse. Entonces para y busca al hombre. Está malhumorado. No le gusta que jueguen con él. No hay rastro.
Vuelve el destello, pero esta vez,por desgracia, sabe su origen. Los centelleos salen de su casa.
Su corazón se desboca, imposible controlar las pulsaciones. Cree que va a reventar.
El miedo se apodera de él. Se pregunta si no estará dormido, cómo puede estar ocurriendo aquello...
La puerta de la terraza se abre y una mano coloca un objeto sobre el alféizar. Pánico y mareos.
Coge el móvil para aumentar la imagen. No hay duda: un sombrero de copa.
Maldito cabrón: es Martin.
Las piernas le fallan y cae. El sudor recorre todo el cuerpo y la cabeza le estalla. Pero si estaba muerto!!.
No, el muerto era él... no verá amanecer.


miércoles, 2 de julio de 2008

Artrosis sentimental

Si preguntas a alguien quién es pocos sabrán responderte.
Unos te hablarán de lo que hicieron, otros de sus anhelos y sueños. Te contarán quienes quieren ser o lo que fueron ... pero no contestarán lo que preguntas. Porque son retazos: de momentos, de personas, de reflejos, que poco a poco van creando la consciencia que tienen de sí mismos.

Sin embargo esta respuesta no te vale. Quieres saber quién soy yo?
Y te digo que me mires y me lo cuentes tú, o que desees y seré lo que quieras, sólo por jugar un poco más, por quitar hierro al asunto.
Pero contigo no vale. Hoy quieres saber.
Noto tu cansancio en la mirada, angustia en la forma de morderte el labio, hastío por mi negativa a contestar, frustración al besarme y despedirte.

Hace tiempo me hice la misma pregunta y en ese mismo instante ,en que miraba el reflejo que devolvía el espejo: envejecí.

Cuando dejas de vivir inconscientemente,
cuando te planteas el sentido de la vida, de tu propia existencia,
cuando el tiempo deja de medirse en horas y días y noches son sólo palabras... cuando todo eso ocurra, si te ocurre,
comprenderás
y dejarás de preguntar los por qués y los cómos, para disfrutar los momentos que quieran compartir contigo.

Pienso si correr tras de ti, coger el teléfono y marcar tu número... ummm.
Mejor sigo leyendo, bien tapadita, no me vaya a constipar.

Juventud, divino tesoro.

domingo, 22 de junio de 2008

Porque quede en el espacio

Desde pequeña me gustó el nombre de Samarcanda, sonaba misterioso, como la ciudad a la que hace referencia. Tenía claro que mi primera hija se llamaría así, pero por suerte (para mi madre), encontré antes a quien poner ese nombre...
Este es mi homenaje a quien hasta hoy fue un buen compañero.

Es una tortuga de tierra. Desde hace 15 años estamos juntas.
No puedo contar cómo ni donde nos conocimos. Sólo que siempre he creído que le salvé de una muerte segura.
Decidí llamarla Shamarcanda, con h intercalada, hasta que meses después descubrí que era tortuga macho y pasó a ser Shamy.

Quizá te preguntes si se puede llegar a querer a una tortuga. Pues no sé a otras pero Shamy se lo curró desde el primer día, llegando a ser un miembro más de la familia.

Algunas personas creen que las tortugas son frías que no transmiten. Será porque no las han visto bostezar por la mañana, restregarse los ojos con las patas delanteras para terminar de desperezarse, perseguir los pies descalzos obsesionadas por los dedos, o volar como gacelas cuando un ruido las asusta.

Saint-Exupéry en El Principito explica muy bien lo que quiero decir:

-¿qué significa domesticar?
- Es una cosa demasiado olvidada- dijo el zorro- Significa crear lazos.
-¿Crear lazos?
-Sí- dijo el zorro- Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo..."


Shamy tenía sus pequeñas manías, esas que la hacen diferentes de todas la demás:
comía un tipo concreto de lechuga, le encantaban las rosas (nada de claveles), y cuando mordía fresas le salía un hilillo de agua rosada por la nariz...
Paseando por el jardín se entusiasmaba de ver tanta hierba y cuando quería comer lanzaba mordiscos al viento hasta que atinaba, porque era estrábica.
A veces alguien se olvidaba de guardarla y te la encontrabas en la cocina o en el dormitorio... entonces te miraba tranquila durante unos segundos y seguía caminando.


Tengo un perro. Sé muy bien la diferencia de lo que uno y otro podían transmitir (que no comprender). Sé que es distinto... pero sabes? no podría decidir entre uno de los dos. Y la pérdida de uno, me entristece.
Los animales sienten y transmiten, comparten nuestras vidas desde lo que son...

Hoy mi perro se tumbó a observar mientras enterrábamos a Shamy, creo que sabía lo que estaba ocurriendo... se fue su amigo.

"Mi guardián de secretos"

jueves, 19 de junio de 2008

Una como tantas

Había oído hablar de Ella hace tiempo.
Era universitario y la historia que escuchaba otra leyenda urbana, de las que se cuentan en las fiestas con una cerveza en la mano.
Entonces no sabía su nombre. Lo importante era la segregación de jugos y risotadas que todos soltaban.
Al terminar la carrera la leyenda formaba parte de él. Distintos narradores, diversos matices, que rozaban el absurdo por contradictorios.

Años más tarde, en una cena de empresa, volvió a escucharla.
Cinco compañeros habían continuado la juerga y agotados tomaban la penúltima en casa de uno de ellos.
Pero aquella vez fue distinta. Borrados ya todos los detalles de pornografía barata, encontraba la esencia , detalles que la hacían real y un apodo. La mujer protagonista, el deseo primitivo, era conocida como La Estatua.

Hace muchos años una joven llegó a su noche de bodas.
Virgen, como era la costumbre, vistió las mejores galas para la ocasión.
Marido y esposa se enfrentaban a la prueba que tanto habían esperado, pero en desigualdad, pues él conocía los placeres de la cama y era maestro en alguno de sus secretos.
Ella se desnudó y él quedó paralizado por su belleza.
Los intentos de ella por avivar la llama fueron inútiles, pues sus manos eran torpes.
Ni los besos ni las palabras de amor, consiguieron que él moviera un sólo músculo. Y así agotada de suplicar y llorar ,cayó rendida.

Al amanecer él dejó la casa y una carta en la que explicaba que tal visión le imposibilitaba consumar el matrimonio. No podía mancillar tan divina creación y por consiguiente el contrato quedaba anulado
.

Enloquecida decidió destruir su cuerpo, deformándolo y marcándolo:convertirlo en repugnante.
Al mismo tiempo aprendió las artes amatorias. Pagó hombres y mujeres, memorizó cada movimiento, caricia y beso humano. Luego invocó a los dioses para que le enseñaran el resto.

Preparada a dar placer, comportándose como estatua, compró una casa en las afueras. Y allí , en la oscuridad de los pasillos, se forjó la leyenda.


Lo bueno de la historia era que dejaba volar la imaginación, puertas abiertas para mentes calenturientas. Resultado: un sinfín de anécdotas de lo que allí ocurría. Sin embargo, en las muchas veces que la oyó, dos detalles se repetían:
orgasmos eternos y una mueca ladeada en los labios de ella, que precedía, como anunciatoria, el placer que se avecinaba.
Sobre quienes eran los elegidos, cómo eran seleccionados y conducidos a la casa, cada cuál contaba lo que quería. Siempre había un amigo, del hermano, de un vecino... que daba fe de lo que el narrador narraba.

La idea de la mujer estatua caló hondo.
Le excitaba jugar con sus amantes, aunque fracasara: pues tarde o temprano terminaban por moverse.
Con el tiempo sus excentricidades volaban en las bocas femeninas y alguno de sus amigos bromeaba al respecto.
Por eso cuando recibió la llamada no se sorprendió.
Una voz masculina le indicaba que La Estatua requería su presencia, dejando dirección , fecha y hora del encuentro.
Decidido a disfrutar del regalo, aceptó sin reparos.

lunes, 9 de junio de 2008

GAME OVER, insert Coin

Llevaba rato sentado sobre el suelo, observando la pared.
Cuando se pusiera en pie y saliera se dejaría de historias, pero aun quedaba tiempo y cosas que dejar correr, que dejar.

Por qué no había marcas en la pared?
En las películas cuando se retiran los marcos, siempre quedan las formas, como difuminadas, de las fotos que una vez colgaron. Cuánto tiempo ha de pasar para que dejen huella? Se trataba de tiempo , de su paso, o simplemente de la calidad de la pared y de la pintura que la cubría.

Días antes, cuando las retiró, tuvo que acercarse para observar. Pegó la nariz, rozó con los dedos extrañado: ummm...ni una muesca a la que aferrarse.
No le importaba. Por qué habría de hacerlo? Al fin y al cabo se trata de una pared, de una entre tantas que formaban ese piso.

Los nuevos inquilinos pintarían y repararían cualquier señal de vida anterior. Con puntas y tacos colgarían sus momentos.
Dejarían marcas sus momentos? No tendrían por qué. Acaso serían más importantes... Para ellos sí, pues serian los suyos, los propios, pero no para él... quizá si para aquella puñetera pared, que se negaba a dejar reflejo de las niñas.

No entendía nada, bueno sí, no era idiota. Entendía pero no cuadraba, pequeño gran matiz.
Porque quizá para un espectador (por muy juez que fuese), que cuenta con cientos de libros de derecho, quizá para él todo fuera fácil: un puzle con las fichas numeradas, como los dibujos que aparecen con sólo ir uniendo los puntitos... sí eso era para él, un pasatiempos, un caso más con el que ganarse la vida.
Cierto que no era el padre, nunca adoptó a las niñas, ella no le dejó. Pero los muchos años que ejerció como tal, que las adoptó y parió en su alma, ésos... esos no contaban. Hala, jódete y los cuadras, de un tirón o de a poquito, pero te alejas y cierras la puerta, sin portazo por favor...

Qué pasaría ahora? No podía acercarse a ellas. Necesitaba verlas, abrazarlas... que opción le dejaban. Acaso espiar como un acosador?
Y la peque no entiende: "No vienes papi?..."
Escuece y retuerce, no lo pienses más.

Por lo menos ya no se ve la pared. Todo oscuro y sin electricidad. Pero se conoce la casa, palmo a palmo. Noches llevando agua, termómetros, durmiendo miedos... cierra YA.

Y eso hace. Baja persianas y no mira atrás.
Entre sus manos, sudorosa de tanto manoseo, una moneda de cien pesetas, bailando nudillos, como antes...
Empieza el ritual.
Recuerda su frase, la que leyó de niño. Pero esta vez no hay valor, vamos que no quiere, que no.

miércoles, 4 de junio de 2008

Fisión


Siempre que escribo selecciono música, que suelta mis dedos y los conecta con imágenes que tengo en la cabeza. Es el nexo de unión que hace posible lo que de otra manera no podría ocurrir. Pues en mi cerebro las ideas tienen vida, los personajes hablan, los paisajes, contextos y sentimientos son nítidos. Pero al transformarlos en palabras se me pierden. Creo que los dedos quedan lejos y ya bajando por los hombros las ideas son reflejos... la música les adormece y así, ralentizados, puedo observar sus sombras.

Escribimos para transmitir. Con una finalidad que es clara para el autor y no siempre para el lector. A veces incluso ciframos las palabras, encubrimos, derivamos y creamos una tercera generación de la idea primitiva. Pero al que escribe le da igual, pues al lanzar palabras consigue su objetivo.

Hoy escribo(te) sin música. No hay pensamiento, ni sentimiento que me mueva. Estoy helada.
Empezó por la tarde. Me sentía rara. Pensé al acostarme que todo pasaría, pero por la mañana al abrir los ojos lo noté. Frío. Un manto que me envolvía en la cama.
Ni el café ni el agua ardiendo han ayudado. Aun con 20 grados, manga larga y chaqueta, helada igualmente. Y según pasaba el día lo notaba más dentro, en los huesos.
Mi cuerpo no lo reconoce: no tengo fiebre, no tirito pero es un frío físico y sospecho lo causa.

Paseaban. Eso hacían: pasear y hablar. Parecía como si al andar y respirar el aire fresco, las palabras brotaran sin parar.
Dónde quedaran o cuándo daba igual. Preferían las afueras de la ciudad pero el centro también les valía.
A veces quedaban y andaban sin rumbo fijo. Sólo tenían unos minutos: una vuelta a la manzana, nada más. Cuando habían regresado tenían más que contarse y seguían caminando, por otras calles, sin pensar... sólo hablando.

Nadie pudiera sospechar que algo les uniera de tan diferentes que eran. Sin embargo tras varios pasos sus andares se acompasaban, su respiración se relajaba y surgía la armonía.



Ves? Todo depende de cómo se cuente. Cada persona, cada momento tiene su historia. Yo también observo y retengo.

Él la enseñó su ciudad: la de sus recuerdos. A través de calles, edificios y rincones fue desnudando su alma.

Y allí en la cueva, sobre río, tras la universidad... hombro con hombro, sin mirarse, lanzaron y bebieron secretos. El viento les ayudó.


Resulta curioso el poder de las palabras. Letras, sonidos agrupados, que transforman la realidad.
Una vez emitidas se rigen por las leyes de la física. Acción-reacción impredecible, dadas las variables de un sistema en movimiento.


Apoyada en la barandilla, buscó el valor, decidida a dejar que el aire entrara.Pero no calculó bien y la ventana que pretendía tornar se abrió con fuerza.
Horrorizada trató que él no escuchara. "No me hagas caso ... nos vamos ?"
Una mano fuerte sobre el brazo frenó en seco la huida. Y arrastrándola junto a él, con determinación, la hizo enmudecer con sus palabras.


No te importen las palabras. Todos las usamos: bien, mal o regular.Pero son mutables, maleables y si quieres se desvanecen.

Que te inquieten los silencios, los misteriosos. Los que al compartirlos se disfrutan, unen más. Y al no hacerlo, si se alimentan, llevan a la fisión.
Que te inquieten, o te calmen...


martes, 27 de mayo de 2008

Más fácil

"A quien le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga"

Maravilloso estribillo que cantaba Alaska y que muchas veces hemos coreado como si nos fuera la vida en ello. Y es que todos nos hemos sentido cuestionados, criticados e incluso no aceptados, en alguna ocasión. Entonces surge la fuerza "resorte" y saltamos defendiendo nuestras palabras, actos... nuestra forma de ser.
Pero no nos engañemos,pues en el fondo quisiéramos gustar a todos, lo cuál; obviamente; es imposible.

La especie humana cuenta entre sus características con las capacidades de aceptar o repudiar. Ambas intrínsecas a nuestra naturaleza. Antagónicas.

Muchas veces los procesos de aceptación o rechazo se producen por afinidades o por factores sociales (valores que nos enseñaron, con la finalidad de pertenecer y perpetuar un estilo de sociedad).
Poco puedo matizar sobre estos casos, pues realmente resulta difícil, casi imposible, luchar contra lo que nos rodea o contra nosotros mismos.

La afinidad es una fuerza de atracción. Cuando se da nos sentimos complacidos y nos deleitamos con la relación.
El rechazo, siempre y cuando se produzca de forma natural y como principio de una no-relación, también lo asumimos. Somos adultos, sabemos sobre gustos y colores. No es deleitable pero tampoco nos preocupa (surge así nuestras fuerza-resorte y seguimos el camino).
El problema está ;como siempre; en el espacio que hay entre los dos extremos, en las situaciones mutables. Más concretamente en las mutaciones-negativas.
Si cambiamos de una afinidad real (no un mero gusto), a un rechazo (no un simple cabreo) es porque algo ha pasado. Y ese algo es "ALGO" importante e insuperable.
Rechazamos lo que no entra dentro de nuestros márgenes de entendimiento, de nuestros valores, nuestra forma de ver la vida. Y si eso ocurre con alguien a quien una vez consideramos cercano, nos sentimos defraudados.

Lo bueno de los humanos es que somos complejos. Seres repletos de sentimientos, vicios y virtudes. De entre las últimas la mejor :el olvido. Por lo tanto no debemos sufrir, ni tan siquiera preocuparnos, pues cuando las situación nos es adversa y algo o alguien nos molesta lo "borramos del mapa" y asunto solucionado.

Y es que es más fácil olvidar que aceptar lo que no comprendemos. Sería de locos pensar que dos personas puedan tener razón al creer que algo es blanco o negro al mismo tiempo.
Quién osaría afirmar que 2+2 son cinco?


domingo, 18 de mayo de 2008

SE REGALA ...razón aquí.


A veces se produce un agujero espacio-temporal, una discordancia del universo y surgen los "momentos no-vividos".
Algunas personas tienen el don de hacerlos aparecer, no todos somos capaces. Requieren de una gran habilidad para tomar la consistencia que los diferencie de las fantasías o los sueños.
Los encantadores cuentan con esas virtudes. Son capaces de recrear un lugar, de dotarlo de detalles, de personajes y acontecimientos que han de ocurrir. Son como escritores de la voz, embaucadores.

Los momentos-no-vividos son muy orgullosos. No te tienen apego, como los recuerdos o los fantasmas, pues en verdad tampoco os conocéis. Sin embargo una vez que te lo regalaron no hay manera de deshacerse de él.

Tengo unos cuantos que viven conmigo. Normalmente no molestan, son los inquilinos perfectos: transparentes, casi invisibles, apenas distorsionan la realidad, como si mirases a través de una gafas de agua.
El problema es que existen y no-existen al mismo tiempo, por lo que crean situaciones muy molestas.

Hace unos días estaba cenando con unos amigos. Hablábamos de las vacaciones de verano. Una pareja comentó que querían ir a Australia y que si alguno habíamos estado allí.
Pienso "Australia..." y rápidamente oigo "Presente". No hay duda: yo he estado allí. Alguno de mis recuerdos, que siempre me acompañan, ha contestado.
Les pongo en fila, bien ordenados y empiezo a repasar, pero nada , no aparece. " A ver, el que ha dicho presente, que de un paso , vamos..." y desde el fondo, medio transparente aparece un "no-vivido" y claro la tenemos. Porque da igual lo mucho que les expliques que en verdad no existen, que tienen que acostumbrarse a estar callados. Da igual por las buenas o por las malas. Todo da igual con ellos: son unos chantajistas emocionales.
Y empieza el lloriqueo: que si qué te hecho yo para que me ignores así, que si qué culpa tengo de ser de esta manera, que mira que voy y no vuelvo... Pero no se van. Entre otras cosas porque ninguno de los dos sabemos dónde van los momentos no vividos?.

Para entonces toda la mesa está esperando que digas algo, porque por lo visto, inconscientemente dijiste que habías estado allí (vamos que se te escapó).
Y ahora no sabes donde meterte. Estás cansada de dar explicaciones, de contar que casi estuviste, pero al final no. Que conoces Sidney, que una vez viviste allí. Que recuerdas los museos, los paseos y hasta una excursión en que casi atropellasteis un canguro.
Te disculpas y vas al servicio, a hacer unas llamadas, a fumar un cigarro... haces tiempo antes de volver a la mesa, cruzando los dedos para que hayan cambiado de tema.

Los recuerdos pertenecen a sus protagonistas, les acompañan y son intransferibles, aunque se puedan compartir. Pero éstos, los momentos-no-vividos... si alguien quiere se los regalos, tengo varios (también se dan por unidades).
Interesados ponerse en contacto con Tequila. Portes pagados. Abstenerse encantadores.

miércoles, 14 de mayo de 2008

ayer, hoy, ???

Tres gotitas más y lo consigo... apenas recuerdo su cara.

Ya no me pregunto por qué no estaba en casa, el destino hizo que fuera así. No merece la pena torturarse más.
Si hubiera estado quizá me encontrase en la cocina y tampoco hubiera escuchado el timbre.Pero puede ser que me pillase en el pasillo o poniendo la mesa del comedor, entonces sí lo hubiera oído y habría abierto la puerta rápidamente y él habría entrado en el portal y subido las escaleras de dos en dos como solía hacer.

Somos libres de nuestros actos, es lo bueno de la vida: nos permite elegir.
Qué pasaría por su cabeza cuando tomó la decisión. Qué ideología te lleva a luchar hasta ese extremo... Debería sentirse muy oprimida, casi exclavizada para tomar la decisión. Antes creía que no se había dado cuenta, que no le había visto y por eso lo hizo. Pero sus palabras no dejan duda alguna. Palabras de guerra.

Qué rara es la vida, nos hace sentirnos especiales, únicos, eternos... nosotros, los nuestros, nos...

Y vi las llaves, sí. Estaban encima del cuaderno rojo de geografía (también se había dejado el cuaderno). Si hubiera ido a su clase... pero entonces no te imaginas, no puedes intuir algo así.
Él se habría enfadado. Su madre llevándole las llaves delante de sus amigos, tratándole de nuevo como a un peque. Cuánto habría durado su enfado? tres días?...
Cada mañana antes de salir de casa cogería las llaves y las haría sonar por el pasillo sin decir palabra, dejando que la musiquilla recordara el incidente, mientras sonreía y cerraba la puerta de casa.

Tres gotitas más, que borren sus ojos, su olor y el cosquilleo que aun me producen sus abrazos.

En unos días marchábamos de vacaciones. No le hacía mucha gracia porque...


El 30 de mayo de 1985 Alfredo Aguirre Balascoain "Godo" (14 años) esperaba junto al portal de su casa cuando una terrorista (17 asesinatos, hoy ya en libertad) accionó el dispositivo de una bomba. El objetivo era una patrulla de la policía y aunque posteriormente reconoció haber visto a Alfredo, lo consideró un daño colateral de la guerra que luchaba.
Hoy 14 de mayo de 2008, han matado a Juan Manuel Piñuel.
Y el calendario se nos va agotando. Cada año marcamos nuevos días, nuevas muertes.
Y seguimos recordando, llorando por los caídos en una guerra que no es tal.
Cuántos familiares, amigos y conocidos que seguirán repasando los hechos, torturándose tratando de comprender unos asesinatos que no tienen sentido.

viernes, 9 de mayo de 2008

pulsión






"Lejos es un lugar al que vamos para crecer,



para creer, para llenarnos de experiencia,



de vida,o para saber que debemos volver.



Cuando en nuestros camino vamos lejos



no hay nada que perder.Pues yendo allá, lejos,



ese lejos de cada uno,



es donde nos encontramos a nosotros mismos"



Marisol Rozo









Ara Malikian
Merece la pena escuchar hasta la última nota.















viernes, 2 de mayo de 2008

Los renacidos

Hay dos clases de personas: las que nacieron y las que lo hicieron dos veces.
Si te cruzaste con uno sabes de lo que hablo.

Sus historias son de lo mas variopintas pero tienen un factor común: el re_nacimiento viene precedido de un momento apocalíptico que les aniquila por completo. En algunos casos son accidentes, enfermedades destructivas, colapsos sentimentales... pero su caso era distinto: no era un elegido.

Creo que el destino se equivocó, debió confundirle con otro. Quizá fue que tomó la calle equivocada o que se retrasó esa mañana hablando con el quiosquero.
Corría por la Avenida Picasso. No dejaba de reprocharse lo estúpido que había sido. Si no llegaba perdería todo.
De repente su carpeta voló y todos los documentos se esparcieron por la calle. No se fijó que había otro hombre en el suelo, que en su carrera lo había tirado, no se fijó en nada hasta que notó su aliento. Se giró lentamente y encontró los ojos. Ojos ámbar, resina, que no debió mirar.

En ese instante empezó su nueva vida.
Una para la que no estaba preparado,que era la de otro pero que de golpe, o por golpear, encontró.
Se vio en una calle, sin comprender, rodeado de gente, coches, ruidos, que no identificaba. Re-parido... sin alguien que le ayudara a entender quién era y lo que ocurría.

Encontraron su cadáver en un contenedor. El instinto le había hecho cobijarse del frío o buscar comida, no sé...

Nadie denunció su desaparición, pues nadie le conocía.
Se barajó la posibilidad de que fuera un famoso empresario que desapareció una semana antes, pero la familia no reconoció el desecho humano de la sala de autopsias.

Los renacidos son seres afortunados.Tienen una segunda oportunidad porque la desean o por necesitarla aun sin saberlo.
Cuando empiezan su nueva vida, olvidan la pasada, la borran casi por completo. Pero siempre queda algo: una persona, un lugar... referencias que dan coherencia al nuevo contexto. Así está organizado y así había sido hasta entonces.

martes, 29 de abril de 2008

el jardin de tus castigos

Cuando era pequeño y hacia de la suyas sus padres, pioneros para la época, le mandaban a "meditar".
Esteban no sabía muy bien que era eso, pero sí sabia que preguntar sólo traería más problemas.
Así se dejaba llevar por la mano de su padre. Mano grande, que salia de un brazo largo, que llevaba a amplios hombros para terminar en su cabeza. Imponente su papá.

Luego le dejaba en el jardín y se sentaba y ponía cara de meditador, que aun sin saber que era, le parecía se le daba muy bien. Siempre funcionaba y todo volvía a ser perfecto.

A veces las pifiaba y pasaba mucho, mucho tiempo meditando.
Cómo se aburría, jugaba con la hierba, miraba las hormigas o cerraba los ojos para ver el sol tras sus párpados. Entonces con las luces rojas, naranjas y amarillas formaba dinosaurios, tractores o caballos veloces que dejaban atrás a todos los demás.

Resultaba raro cómo el jardín estaba siempre allí. Era el mismo en que jugaba con su hermano, en que cenaban todos juntos cuando llegaba el buen tiempo... y sin embargo cuando era castigado adquiría dimensiones infinitas.

lunes, 28 de abril de 2008

Desalmá






Hace tiempo vino a tentarme el diablo. Prometía placeres terrenales a cambio de mi ALMA.
Me sorprendió la visita. Siempre te le imaginas más Satanás: entrada por la puerta grande y frases grandilocuentes. Pero no tuve suerte, me salió un bandido de pocas palabras.

Estaba decepcionada y no confiaba demasiado en lo que ofrecía. Pero Él , joven e impetuoso, decidió no dejarlo estar.
Como en las buenas campañas publicitarias me dio un tiempo para probar el producto: "luego si no te convence lo devuelves y punto".
No me convenció.

Cuando le conté que no firmaba el chico se me vino abajo.Así que en agradecimiento a la experiencia y tras pensar los muchos disgustos que mi alma llevaba acarreandome, decidí regalársela.

Y me senté a esperar. A ver si dejaba de existir o despertaba en el infierno: rojo, ardiente, lleno de cavernas, como en los cuadros... pero no.

Grandes cambios? UNO: ni siento ni padezco.
El no sentir te permite valorar los hechos tal cual están ocurriendo: ajenos a recuerdos que enturbian , a deseos que terminan por desilusionar.
Permite mantener conversaciones templadas, expresar lo que se quiere, escuchar lo que te dicen.
Permite vivir sin miedos.

Cuántos años desperdiciados, aferrada a una caja de resonancia, sin saber que mi alma no soy yo.


Ha vuelto a visitarme.
Llevaba una semana rondando. Le he visto en moto,en los pasillos del trabajo, de tapeo...Nada bueno debe querer.

Ayer ,en un descuido, se coló en casa. Abrí la puerta pensando que era otro y me lo encontré en el salón diciendo que me devuelve el alma, que no le sirve, que le molesta. Será que es alma de mujer...

Me gustaría decir que tuve una oportunidad, que como Fausto, o antiFausta, luché por mi alma, o tan siquiera que entre cañas perdí al caraocruz.
Pero lo cierto es que igual que vino se fue, sin paseillo ni vuelta al ruedo.

Y así sigo, pensando si fue sueño o invención. Aplastada por un alma ardiente, que más que sentir, re-siente.









Las fotografías son de Ibai Acevedo. Vistas así , en pequeñito y acompañadas de esta historieta, no se hace justicia a su trabajo: creativo, fresco... Su web es un lugar donde perderse :


jueves, 24 de abril de 2008

Entre pensamientos.

Qué te hace pensar en una persona? Qué me hace pensar en ti?
Por qué tú ... tus palabras.


Es algo que no se puede fingir, te sientes cómodo o no. Y no hay grandes explicaciones .Muchas veces ni siquiera se comparte aficiones, gustos, estilos de vida. Simplemente se conecta y con esa persona eres tú.
Quizá parezca una tontería pero cuántas veces al día eres , sin más.

En el trabajo, con la familia, amigos desempeñamos un papel distinto , siendo nosotros mismos, pero actuando de diferente forma. No me imagino igual con mis padres que con mis amigos, ni podría irme de cañas o a comer con algunas personas disfrutando como hago con otras ... Y en verdad no mentimos, no engañamos, ni fingimos simplemente nos comportamos como debemos, en cada situación.

Quizá la comunicación ; o la falta de ella ; tenga bastante que ver.
Callamos lo que queremos , somos "políticamente correctos". Algunas personas se oponen a ello y se escudan en el ideal de la sinceridad para soltar lo que les viene en gana sin tener en cuenta las consecuencias. Otras , por el contrario, piensan demasiado las consecuencias y cuando quieren hablar no tienen auditorio al que dirigirse.
Reconozco que no es fácil ,que cuesta. En ocasiones es imposible.
La comunicación es el arte de ser valiente y por desgracia en las sociedades de nuestro tiempo la valentía es el enemigo a exterminar.Lo imprevisible, lo discordante engendra miedos y qué mejor que el chantaje emocional y/o social para acabar con él?

Por otro lado las distorsiones que se producen en los procesos comunicativos complican mucho la cosa. Cuántos malentendidos que nunca se aclararán...

Ya el cara a cara , que cuenta con lenguaje oral y el no verbal, presenta problemas. Una conversación telefónica, que carece de uno de los anteriores factores, suele ser peligrosa.Pero la comunicación en el lenguaje escrito: es un milagro!! Así cuando escribo: "TÚ" , mi tú y el tuyo no evocan ni se refieren a lo mismo ( entre otras cosas porque no nos conocemos). Por lo tanto las probabilidades de que lo que yo estoy escribiendo y lo que tú lees sea mínimamente similar son de 1 entre millones.

Quizá por eso valoramos tanto una buena conversación . No tiene que ser la más inteligente, ni la más divertida. Es sólo que a veces surge magia.Y te desnudas o te dejas desnudar. Ni siquiera lo piensas, ocurre... Y no hablo de amor, ni de amistad , ni de nada en concreto, simplemente escribo y te imagino o te sé como yo, quizá no conmigo, pero igual.

Y llegados a este punto, (que es el mio y quizá no sea el tuyo, o sí, pero que ninguno de los dos sabremos jamás), desisto de cualquier tipo de comunicación contigo, ya que ni siquiera sabes que mi "contigo" eres "TÚ" y que ésta vez mi "tú" y el tuyo evocan lo mismo, te evocan a ti.

Qué será ?

viernes, 18 de abril de 2008

468- A.M.T

Estaba cabreado. Hacía más de una semana que el proceso de selección había terminado y todavía no se sabía nada. Salió de la entrevista convencido de conseguir el puesto, pero el tiempo jugaba en contra. Necesitaba saber si sería suyo: sí o no, así de simple.

Al noveno día tras ducharse lo notó por primera vez. Una molestia en la axila izquierda. Un pequeño grano.

Dos días más tarde el granito se había transformado en bulto. Debería haberle preocupado pero no podía dejar de pensar en la entrevista. Necesitaba saber. Se carcomía.
No pegó ojo en toda la noche, el bulto le dolía. Por la mañana pidió cita y fue a consulta. Le dijeron que no era nada pero que por seguridad se lo extraerían para analizar. Anestesia local, bisturí y fuera.

Mientras esperaba el ascensor oyó que le llamaban. El médico quería hablar con él.
Le tendió una gasa en la que había un pequeñísimo lazo, azul marino. El doctor no entendía cómo había llegado a su axila, de hecho;según dijo; era lo más raro que había visto en sus muchos años de profesión. Tampoco quiso saber, ni escuchar más. Sólo le felicitó por estar sano y con voz socarrona lo despachó, sin hacer caso a sus preguntas ni a su enfado.
Aquella situación era ridícula. Un lazo salido de su axila, así sin más?.

Tocó y observó el origen de su bulto. Entonces cuando pensaba dejarlo , las vio.
Letras, desdibujadas en principio, iban marcándose en el lazo. Poco a poco se hacían legibles.
Letras doradas sobre el lazo azul. Dos letras. Una palabra. "SI".
Al día siguiente le avisaron que había conseguido el trabajo.

Creyó que había sido un sueño, pero el cachito de lazo le demostraba lo contrario. Sabiendo que enloquecería lo guardó y olvidó durante meses.

El siguiente grano llegó tras perder el pasaporte. Imposible conseguir uno a tiempo. Angustiado revolviendo cajones. Desesperado por no encontrar.
Esta vez no pidió ayuda. Dejó que creciera hasta que estalló y una puntita azul se dejó ver. Aunque intentó tirar de ella con unas pinzas , ésta no cedió.

Los siguientes días fueron un suplicio. El lazo asomaba cada vez más pero por mucho que se retorcía no conseguía ver ninguna letra. Finalmente una mañana al despertar lo encontró desprendido junto a él. Más largo que el anterior contenía la información que necesitaba. Y sí, el pasaporte estaba allí.

Se dio cuenta del potencial que aquel hecho tenía.
Pregunta, lazo, letras, respuesta.
Aprendió que el lazo no se debía cortar pues entonces las letras no aparecían. Aprendió que cuanto más difícil era su pregunta más dolorosa la respuesta.

Tras meses de vivirlo y lucrarse, conseguidos sus sueños y aburrido de saber...se decidió a hacer la gran pregunta: la que no debía, lo que todos ansiamos conocer.
Esperó y sufrió en el proceso. El lazo caía y empezó a enrollarlo: primero por sus brazos, luego por el pecho, las piernas... sin poder salir de casa, sin comer. Ya sólo envolviendo. Momificado.



Bueno Javier, te sé sonriendo al leer la historia pero sólo te la cuento como aparece en el informe. Adjunto la ficha del paciente así como el historial de medicación. Encontrarás también dos fotografías del enfermo. La primera fue tomada el día de su ingreso (hace un año), la otra hace sólo tres días. Quizá te resulte grotesca la expresión de su cara y la postura retorcida de que se sirve para envolver su cabeza bajo el brazo izquierdo.
Es tan joven... me gustaría encontrarle solución y por eso acudo a ti.
Como anécdota y acicate te diré que su paranoia resulta contagiosa. He observado a varios empleados absortos tocándose las axilas. Yo misma he creído tener un pequeño granito en el mismo lugar. Tengo que salir más, o trabajar menos...

sábado, 12 de abril de 2008

LA LLAVE





Caminos, coincidencias, misterios o ficción, ni idea pero hoy vuelo!!

La llave es una persona, un hombre. Pero éso no importa. Podía haber sido una mujer, un objeto o un suceso.

Tampoco importa cómo le conocí, ni lo que pasó. Sólo que ese día inventé una historia y un personaje. No la escribí porque sabía que tendríamos que volver a vernos y que resultaría raro hablar con alguien a quien has transformado en ficción: evolucionado, mutado. Ahora sé que hubiera dado igual escribir y definir la historia, porque aun sin hacerlo él estaba allí. En la niebla de los que aún no son, pero ya se sienten.


La siguiente vez que coincidimos noté el cambio. Intenté de no dejarme llevar. Le escuchaba tratando de centrarme en mi vida real, en ese momento real, sin tonterías, sin dejar volar la imaginación. Pero cuánto más te empeñas en algo, más golpes te llevas. Si se dirigía a mí me ponía roja, si me miraba me sentía ahogar y para colmo de males hablaba de él: destrozando mi personaje, cambiando las características que le había inventado.


Tras 7 horas de convivencia me encontré por primera vez ganada por Tequila.Había salido de su jaula y estaba en el otro plano, en el mio. Y es que las dos al mismo tiempo, en el mismo lugar...La dejé hacer, me agitaba demasiado,y le invité a un café.


En la calle ;ya sólos; comprendí mi error. "Bien, tú dirás" y claro no tenía nada que decir, nada que contar, ni preguntar, nada...
Resultó ser un caballero, un hombre maduro que domina la situación y sabe estar. Resultó ser más.

Pasado el susto, tras quitar las ganas de pegarme un tiro por la vergüenza que pasé la hora que compartimos, entiendo.

Podría decir que es un conocido artista. Contar que sabe envolver. Que tanta genialidad es injusta, que qué mal repartido está el mundo, que quien fuera de los suyos para disfrutarle... pero todo eso no me importa.
Vuelvo a reforzarme en mi idea de separar. En no querer conocer al artista, porque soy egoísta, porque me nubla y no me deja disfrutar de la obra.Lo que pinta, lo que ve, lo que escribe me hace soñar.

Qué tonta fui. No eras personaje, sino llave.


Fotografía: Francisco Javier Álverz Cobb. "Sacré coeur"



viernes, 11 de abril de 2008

Va por ti, reina...(24 horas)

Contestando al meme que me pasaste, y porque eres genial, cierro los ojos y enseño un hombro .


Rarezas
cuando camino junto a alguien siempre tengo que colocarme a su izquierda.
miro debajo de la cama (duerma sola o no) antes de apagar la luz.
tomo la leche congelada, en cubitos ... no puedo beberla.

Vicio
El café. Me gusta comprarlo en grano, molerlo en casa y hacerlo en la cafetera que corresponda según la variedad. Tomarlo en mis momentos, sóla y sin hacer nada más, sólo oler, saborear y...

Esto como vicio confesable de los otros soy adicta a muchos: viciosa. Qué le vamos a hacer.

Secretos: jeje

Deseos
Si se dicen no se cumplen asi que ... pienso dos y cruzo dedos.

Mentira
No sé metir.

lunes, 7 de abril de 2008

PREMONICIONES

Vi uno de sus cuadros en casa de un amigo y me encantó.No era genial, pero era perfecto para mí.Comentaron que en verdad lo suyo eran las esculturas.

Unas semanas más tarde le invitamos a casa y charlamos. A él le hizo gracia que quisiéramos una escultura sin conocer su obra. A mí me hizo gracia él.

Había que iluminar la pared que acompañaba la escalera. La miró, fotografió y le dejamos hacer.Varios meses más tarde nos llamó diciendo que la tenía.

Sobre un hilo de acero colocaron El funambulista : 15 centímetros de personajillo, ligeramente encorbado, tratando de mantener el equilibrio sobre su pierna derecha.Luego los juegos de luces terminaron el trabajo , proyectando sombras que cubrían la pared.

No recuerdo lo que pagamos, pero te pareció abusivo.
Cuándo la vi supe que era perfecta. Recordé "Los Bordini" que venían en fiestas a la Plaza Mayor, recordé mi juventud y cómo nos conocimos.Recordé y soñé. Qué precio tiene hacer sentir éso con sólo una mirada?

Estuvo allí todas nuestras noches y cada una de mis mañanas.

Cuando no estabas me sentaba en las escaleras con un café y desaparecía ensoñada:" Por lo que más quieras, no te caigas... aletea, pero no te caigas".
Mi piedra filosofal. Yo.

Recuerdo que habíamos discutido la noche anterior.
Recuerdo el cuidado con el que dejaste la cama por la mañana y cómo me hacía la dormida sabiendo que no podía engañarte, deseando que hicieras una broma y no te fueras a trabajar dejando las cosas así. Recuerdo que fingí y de tanto que me dejaste hacerlo desperté horas más tarde.

No sé cuánto tardé en bajar las escaleras, ni si me fijé primero en la pared vacía, fría o en la escultura espanzurrada en el suelo del salón.

No hablamos de ello. Tú creíste que fui yo. Yo sé que fuiste tú.

Encargaste otra escultura, tratabas de dar aire y mientras esperábamos, el hilo de acero estrangulaba nuestra historia ... cada noche al subir, cada día al bajar.

Hace unas semanas trajeron nuestro encargo a mi nueva casa.
Y de nuevo la miro y me sé yo.Ni de pie, ni caída: colgando.

Sonríes al verla. Sonríes y tus ojos; hoy de visita; tienen dudas.
Yo me tengo más FE.



domingo, 6 de abril de 2008

¿todavía tienes frío?



Vivo, siento y sueño en SOL




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Facto Delafé. "Enero en la playa"

martes, 1 de abril de 2008

DIVAGACIÓN



No creo en el AMOR mayúsculo, de pareja.
Un amor incondicional, de respeto, comprensión y aceptación del otro, sin pretender nada a cambio? Difícil, que no imposible.
Sé que la errada soy yo. No podría equivocarse tanta gente.

Puedo comprender el enamoramiento, la pasión y la fugacidad de ambos.

La sociedad alienta la búsqueda y deseo de ese imposible desde pequeños. A través de los cuentos; de la magia que éstos crean en nuestro mundo imaginario; se va sembrando la semilla. Las raíces irán adentrando y expandiendo este anhelo con el paso de los años.

El AMOR está ligado al arte. Pinturas, esculturas,libros,música,danza,cine, todos hablando de ÉL, expresando sentimientos, transmitiendo imposibles. Cómo no anhelar tanta belleza y maestría.

Sin embargo las Artes transmiten momentos, paralizan escenas y se recrean en ellas, sin llegar a finalizar, sin terminar de contar toda la verdad, inyectando el veneno a través de los sentidos.

Fuera velos, fuera redundancias,metáforas y planos ocultos.

Lo cierto es que vamos cambiando en gustos y forma de ser. Con toda seguridad a nuestra pareja le pase lo mismo;por tanto las probabilidades de terminar conviviendo con alguien totalmente distinto a quien conocimos hace 15 o 20 años son muy altas.

El roce hace el cariño y tras tantos años hablaremos de algo mucho más profundo: amistad, amor, costumbre, co-dependencia??. Ese AMOR se habrá transformado en ALGO; cada pareja decide en qué; acuerdos que les mantienen juntos, intereses(hipotecas, sociedad), juramentos irrompibles o en el mejor de los casos un proyecto (familia).

Pero supongamos que la relación no llega tan lejos o que llegado el punto las diferencias y cambios son demasiado grandes y se decide romper. Ahora la cosa se complica. La edad y el tiempo importan. Seguimos buscando, pero la experiencia pesa y los miedos también.
Heridos, con más experiencia , otros valores y sin la valentía de nuestra juventud, sin esa locura de adentrarse,de dar todo sin miedo... Lugar,momento,intereses e intención. Qué probabilidades encontraríamos?.

El AMOR me queda grande.Es filosófico y artístico.
Gusto de un amor minúsculo, que no acepte transformaciones, que aun formado por mutilados sentimentales, desafía estadísticas.Que sea irracional, sentimental, asocial y ateo.Sin promesas, sin "por siempre jamás".



Sin por qué

Vino,velas y jazz

Buscando nada

Mi vino, las velas y ... JAZZ

Sin compartirme, cerrada
...
Preparada para el ritual de los sentidos,
de los placeres que gusto regalarme.

jueves, 27 de marzo de 2008

LIBROS

Acabo de terminar de leer un libro, pero no es un cualquiera : es UN GRANDE.

Hay libros que llegan y se van, otro se quedan por sus momentos y luego están ellos los que te marcan desde el principio, desde antes de leerlos. Es como si existiera un acuerdo cósmico de casualidades que los hacen caer en tus manos y contarte lo que necesitas saber para poder seguir.

Cada uno libro tiene su momento y su música. Por eso cuando los miro recuerdo la melodía que me hizo vivirlos y cuando años después oigo la música recuerdo personajes y situaciones.

Los que me conocen me saben maniática y hace tiempo que dejaron de recomendarme libros. Sólo uno de mis hermanos, que puede verme con una mirada y con el que no me valen máscaras ni modos, se atreve a darme libros. No los recomienda.Cuando me sabe perdida viene a casa y me lo da con un "leelo". Y lo leo y ahí está.... y encuentro.
Luego continúo con el ritual :quedo con él, se lo devuelvo y me hago la dura. Él se ríe porque sabe que me lo compré (en mi tienda, en la que me gusta perderme y dejarme llevar) y que volvió a acertar. Yo niego que me haya interesado y él cambia de tema con un "mala suerte, otra vez quizá".

El libro que terminé me lo recomendó un compañero (el pobre no me conoce). Le contaba una de mis últimas manías: conducir . Sin destino , sin prisas sólo por calmar. Dijo que le recordaba un libro que había leído y ahí quedó el tema. Días después recibí un correo en el que me daba los datos del libro en cuestión y añadía una pequeña nota:" ten cuidado , puede tocarte la fibra en alguno de tus planteamientos". Lo ojeé y olvidé, no me llamaba.Esa tarde navegando por Blogger encontré un post con una historia de ese autor. Tras leerlo empezó el gusanillo.
El siguiente sábado estaba en unos grandes almacenes y en la sección de libros pregunté por él. La dependienta dijo que estaba agotado pero aun así me acerque a ojear la sección correspondiente y encontré un ejemplar. Ella se disculpó diciendo que no entendía , que lo sentía pero que en el ordenador no aparecía. Estaba claro y lo compré.

Lo he devorado en dos días y ya por la mitad he empezado a relentizar para saborear.

Ahora me queda dar las gracias a mi compi y averiguar si ha sido casualidad o si es uno de los que me ve.

lunes, 24 de marzo de 2008

Le tocó un guionista de segunda

Desde antes de nacer le tenía asignado. Entonces el chico tenía 26 años y ganas de trabajar. Su imaginación era asombrosa. Escribió un parto catastrófico con final feliz. Le costó bastante convercer a la guionista de la madre, una mujer chapada a la antigua, pero se salió con la suya.

Siguió trabajando con ilusión y Sergio tuvo una infancia divertida llena de buenos recuerdos.Su adolescencia fue formato-general, estaba demasiado cansado para inventar tonterias, asique tiró del manual, buscó un par de anecdotas, mezcló confusión, ofuscación y estúpida valentía para pasar esos años sin dificultad. Por desgracia sus jefes se dieron cuenta del plagio y le llamaron la atención.
Decidió ponerse las pilas y crearle la vida perfecta. Para entonces contaba 44, y claro lo que él consideraba vida perfecta no acababa de corresponderse con las esperanzas de un muchachito de 18.Aun así Sergio vivió lo que él designaba: terminó la carrera, donde conoció a una chica de la que por supuesto se enamoró, se casaron y tuvieron 2 niñas.

El tiempo pasaba y el guionista poco tenia que hacer, pequeños reajustes aquí y allá : una casa de recreo, aumento de sueldo... Era lo bueno de crear una máquina sólida: marcha sola.

Hace tres meses la guionista de su mujer sufrió una crisis esistencial y decidió dar vidilla al asunto: introdujo un tercero en discordia, más joven, más vivo que Sergio .Y allí se quedaron los dos: escritor y actor, con la casa vacía y la moral por los suelos.Ninguno lo esperaba...una traición en toda regla.

A Sergio este stand-by empezaba a mosquearle así que nuestro G. sacó fuerzas de flaqueza y empezó a remar: una moto (coño que el chico siempre la había querido), viaje a Kenia (para su espíritu aventurero, ese que siempre había suprimido),mujeres( 2 o 3 que no está acostumbrado y se nos acojona).

Las cosas funcionaban, mi amigo cambió su estado-gris habitual por un púrpura aireado. Daba gusto verle, escucharle, vivirle...

Por desgracia uno de los grandes jefes se enteró de las andanzas de esta pareja , comprobó datos y llamó a sus guionistas. Aquello no podía ser, no era serio y daba muy mala imagen a la empresa. Así que a deshacer lo andado y un poco más de profesionalidad.

Eso fue hace dos semanas. Ahora viven juntos, un poco noqueados por lo ocurrido, sin acabar de entender. Sus creadores desinflaos tiran como buenos funcionarios y tratan de arreglar sin comerse demasiado el coco.

Pena que a Sergio le tocara un guionista de segunda, que ha sustituido el viaje a Kenia por debates familiares sobre Anatomía de Grey.

miércoles, 19 de marzo de 2008

HARA-KIRI

Ultimamente no puedo "conmigo" , estoy realmente insoportable, asi que he decidido darme esquinazo.Pero cómo lo hago? los últimos intentos han fallado.

Ayer estuve pensandolo todo el día y tomé la decisión de irme de vacaciones. Preparé una bolsita de viaje, pequeñita para no llamar mi atención.La dejé junto a la cama y nos acostamos.
Esta mañana me levanté silenciosamene y entré a la ducha. Todo marchaba de maravilla , seguía dormida. Me vestí, cogí la maleta y cerré la puerta de casa delicadamente.Ya en el coche, esperando salir del garage me he visto.Ojerosilla y tímida , con unos vaqueros desilachaos y chaqueta de guay. Me ha dado pena y la he dejado subir.

En el trabajo ha sido un cante con sus cambios de humor.Lánguida y sufrida toda la mañana.Por eso hemos vuelto juntas a casa, porque con tal compañera de viaje es tontería viajar.
En el camino hemos hablado seriamente de que tiene que cambiar, pero no escucha.Ha vuelto aponer "Los Rodriguez"...malo,malo...

Ultimamente no puedo "conmigo" , estoy realmente insoportable, asi que he decidido darme esquinazo.Pero cómo lo hago? los últimos intentos han fallado.

lunes, 17 de marzo de 2008

GUARDADOR DE SECRETOS

Guardador de secretos, que no guardián.

Desde hacía 20 años se dedicaba a ello.
La gente aparecía en su despacho y le dejaba sus secretos para salir livianos y continuar sus vidas.

Era meticuloso. Tras finalizar una consulta observaba fríamente el secreto allí dejado.Elegía una caja del armario: color, materia y tamaño. Comprobaba varias veces qué era la apropiada.Se ponía los guantes, tomaba las tenazas esterilizadas y con cuidado introducía la masa informe, acomodándola antes de cerrar.
Cada semana supervisaba las cajas con bicho.Nunca las abría.Comprobaba el peso y anotaba en su cuaderno.Calculaba la composición de la materia: miedo,perversión,violencia, frustración...siempre siguiendo los parámetros establecidos.Luego esperaba que muriesen de inanición para desinfectar la caja y volver a colarcarla en el armario del despacho.

Un trabajo realmente aburrido.

sábado, 15 de marzo de 2008

Mi Button

Me encanta la F1.
Me gusta por lo social(como los mundiales de fútbol), porque hay piques y risas.

Me entrego a la carrera de Australia sin un favorito, lo cual agradecen por aquí: soy gafe.

Desde pequeña me ocurre. Me fijo en un deportista, le cojo cariño y acabo con él.No sé cómo lo hago, es totalmente involuntario, pero por desgracia ya es un hecho constatado.
Por no quedarme colgada empecé a encariñarme con ciclistas; en mi casa se seguía el TOUR.Cualquier cosa me llamaba la atención. Unas veces eran elegidos por su sonrisa, otra por pipiolos o maduritos...luego sólo tenía que encariñarme y llegaba sólo: caídas estúpidas, entradas en tuneles de las que nunca salían, dopaje..Y así comenzó la leyenda.

Viendo mis hermanos que la cosa funcionaba dirigieron mi don hacia el futbol.Ay! cuántas carreras truncadas: lesiones, penaltis fallados... y estos capulletes intentando llamar mi atención sobre alguno del equipo contrario. Pena que no funciones así.

Con la F1 me pasó igual. El año que me encariñé con Schumacher, porque se jubilaba, perdió. Cuando descubrí a Button( que tardé porque suelen llevar casco y eso les salva) terminó llorando y a punto de perder su contrato.

Hoy a las 5:30 empezamos de nuevo. He decidido mantenerme al margen hasta esa hora (ni siquiera sé quién tiene la pole). Luego ya veremos.

Quizá éste sea mi campeonato. La oportunidad de demostrar que por mucho que digan "mi amor no es destructor".


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lunes, 10 de marzo de 2008

ROLLOVER

El otro día hablando con un amigo comentaba que algunas personas lo tienen muy fácil pero que luego no saben sacarle provecho a su posición, cuerpo o dinero. Quería vivir "momentos" ajenos y cambiarlos o sólo experimentar. Por ejemplo ser Zidane en "cabezazo en el pecho", Brad Pitt pa´correrme en Angy o uno de los creadores de Google que están forraros y son más jóvenes que Bill Gates.
Muchos guionistas han tenido diferentes visiones del qué harías si fueras..., introduciendo padres en cuerpos de niños,hombres en mujeres ,mujeres en abuelas y más combinaciones quinceañeras para olvidar( por muy Tom Hanks que seas).

En Cómo ser John Malkovich se da otra vuelta de tuerca. El punto de partida es el mismo, pero el desarrollo crea la diferencia.Variables, puntos de vista: los de las distintas personas que durante 15 minutos se introducen en la mente del actor para manipular su lenguaje, su cuerpo y actos , cada uno con su motivación. No se olvidan del cascarón planteando las dificultades y locura que produce al pobre señor Malkovich el sufrir episodios de posesión incontrolable de su vida.
Gran reparto: J Cusack, C. Diaz, C. Keener, M.K. Place y J. Malkovich. Muy bien caracterizados y exprimidos.

Investigando descubrí que el guionista se llama Charley Kaufman y resulta que tambien escribió "Olvidate de mi"(Eternal Sunshine of the Spotless Mind).

Por un video de youtube encontré un trailler con una de las canciones de la peli. Empieza el mecanismo y recuerdo y quiero escuchar,porque sé que me gustó,busco y el compositor es Carter Burwell, al que si conozco pues ha compuesto muchas de las bandas sonoras de los hermanos Coen.Inolvidable el Allegro Barbaro de Béla Bartók.

Analizo resultados, mezclo y comprendo:
Una peli con Cusak y Malkovich, guión de Kaufman( con el que ya he sintonizado más veces), música de Burwell y los Coen de fondo... me tenía que gustar!! , pero ahora sé por qué.

La 7ª y 1/2

sábado, 8 de marzo de 2008

Menos crispación.

Miro la propaganda electoral. Paso de unos a otros y me pregunto de dónde sacaran ciertas ideas. Hay para todos los gustos.
Definitivamente me quedo con el FPJ y su defensa de los derechos de Loreta.